El mantenimiento no se trata únicamente de reparaciones. Detrás de operaciones, en ocasiones muy técnicas, se esconde una serie de cuestiones económicas, estratégicas y de seguridad.
A toda empresa, sea cual sea su sector, le interesa contar con un mantenimiento de calidad. Esto se traduciría en dedicar más tiempo a recursos humanos, un mayor conocimiento del parque, una reducción de costes y, en definitiva, una mejora sostenida en la calidad de la producción. En este marco, el mantenimiento es realmente un pilar para el rendimiento de cualquier empresa.
Y, para gestionar mejor dicho mantenimiento, hay que comprender también cómo está compuesto. Descubra aquí los tipos de mantenimiento y de qué modo pueden favorecer a su actividad.
Mantenimiento correctivo: ¿el último recurso?
El mantenimiento correctivo, utilizado por las empresas con mucha frecuencia, es la respuesta a una avería, y su fin es restablecer el funcionamiento del equipo. A dicho fin, la/s pieza/s defectuosa/s será/n reparada/s o sustituida/s. Hay dos enfoques, relativamente similares, para ejecutar este proceso:
- El mantenimiento paliativo, que es una operación destinada a dejar a la máquina, provisoriamente, otra vez en funcionamiento. Se trata, esencialmente, de un mantenimiento «puente», pues permite reanudar rápidamente la producción, pero, posteriormente, es necesaria una reparación;
- Por su parte, el mantenimiento curativo tiene un efecto más duradero sobre la causa de la avería, gracias al cambio, total o parcial, del componente defectuoso. Podría aplicarse luego de un mantenimiento paliativo.
A su vez, cabe separar al mantenimiento correctivo inmediato, que se implementa ni bien se detecta el fallo, del mantenimiento correctivo diferido, que implica una resolución posterior por motivos económicos o logísticos.
La principal ventaja del mantenimiento correctivo es limitar los costes de mantenimiento a corto plazo y simplificar la gestión; en el mejor de los casos, las averías pueden, efectivamente, ser limitadas y la inversión, por lo tanto, será mínima.
Pero, este tipo de operación, que es más una reacción a un imprevisto que una intervención planificada, suele tener consecuencias en la productividad.
Las averías, a menudo inesperadas, generan, efectivamente, paros en la producción. Dicha situación podría incluso prolongarse sin un técnico disponible para intervenir a la brevedad. Las consecuencias económicas para la empresa podrían ser serias, sobre todo si no se han previsto los costes de reparación. Por lo tanto, el mantenimiento correctivo debe quedar reservado a los equipos no críticos.
Mantenimiento preventivo: ¿su mejor aliado?
Con el mantenimiento preventivo, el servicio de mantenimiento desarrolla sus tareas periódicamente o según determinados criterios, para limitar la aparición de averías. A partir de las instrucciones técnicas de cada equipo, el historial de mantenimiento y la experiencia pasada se establece la frecuencia de revisión, garantizando así el funcionamiento continuo de las máquinas en el tiempo.
En general, existen tres tipos de mantenimiento preventivo:
- Mantenimiento preventivo sistemático: fija un calendario de intervenciones en función de la puesta en marcha del equipo o la última intervención realizada. Se utiliza, sobre todo, en máquinas con ciclos regulares (sistemas de calefacción, prensas hidráulicas, etc.).
- Mantenimiento preventivo condicional: este tipo de mantenimiento no se realiza según los períodos de un calendario, sino en función del estado de un parámetro específico del equipo. La intervención procede, por ejemplo, si la temperatura de una máquina supera un valor crítico, o si se observa una anomalía vinculada a la velocidad, las vibraciones, la humedad, etc.
- Mantenimiento preventivo predictivo: se basa en análisis y KPI específicos de un equipo. A partir de los datos, se intenta prevenir las fallas e intervenir sólo cuando sea necesario.
Desde luego, el mantenimiento preventivo conlleva costes adicionales, contrariamente al mantenimiento correctivo. Pero, si sus objetivos están bien definidos, puede prolongar la vida útil y la productividad de los equipos.
Un buen plan de mantenimiento preventivo y una comunicación clara son las claves para optimizar el rendimiento de las operaciones y ahorrar en términos de costes a mediano y largo plazo.
Mantenimiento predictivo: ¿un paso hacia el futuro?
Conocida como mantenimiento predictivo, la gestión de equipos basada en el análisis es un verdadero logro al servicio de la productividad. De hecho, la información que se toma de los equipos sirve de base a operaciones controladas que se ejecutan solo cuando es necesario. El mantenimiento, entonces, se vuelve más pertinente y menos costoso que el realizado sistemáticamente.
El mantenimiento predictivo se basa en tres condiciones:
- Anticipar los momentos precisos (intervalos de tiempo y condiciones) en los que el riesgo de avería es mayor;
- Identificar la probabilidad de que se produzca dicha falla;
- Prever las fallas de la máquina en base a señales o indicadores de advertencia.
Para anticiparse satisfactoriamente a eventuales averías, se controla un gran número de KPI: las mediciones acústicas, los análisis de vibraciones y la termografía son fuentes de información que permiten comprender mejor a una máquina.
El uso cada vez más sofisticado de los datos es una verdadera solución a futuro para las empresas que aspiran a un mantenimiento 4.0. Pues, aunque su instalación requiera cierta infraestructura y sea fuente de costes adicionales, el sistema predictivo y sus consejos de mantenimiento permiten alcanzar una producción casi ininterrumpida. De hecho, se prevé que en el futuro este sistema sea cada vez más común en las empresas, con un ahorro de hasta 600 000 millones de euros de aquí a 2025.
¿Cómo escoger el tipo de mantenimiento adecuado para su empresa?
El tipo de mantenimiento implementado en una empresa suele depender de una decisión estratégica. Se contempla tanto el factor económico como el deseo de anticipar costes, así como las capacidades humana y material de reparación. Aunque el uso del mantenimiento correctivo aún sea mayoritario, muchas empresas están intentando anticipar mejor sus intervenciones.
Para elegir entre ambos tipos de mantenimiento existentes, puede basarse en:
- La cantidad de equipos utilizados;
- La probabilidad de averías o el estado actual de desgaste;
- La criticidad de dichos equipos;
- El coste medio de mantenimiento de cada máquina;
- El personal disponible y sus calificaciones.
Ciertos tipos de mantenimiento requieren, efectivamente, el despliegue de un equipo especializado o una gestión particular del sitio. También es posible combinar varios tipos de mantenimiento, pero, esto representa un trabajo de gestión más complejo y un seguimiento más riguroso, sobre todo en organizaciones con varias sedes.
Sea cual sea la elección final, la organización deberá estar adaptada a los esfuerzos con los que se pretende cumplir. En algunos casos, será esencial recurrir a un software de mantenimiento para anticipar las intervenciones.
Entonces, la gestión de mantenimiento asistida por ordenador brindará elementos de análisis avanzados para conciliar los tipos de mantenimiento de la forma más personalizada posible.
Conclusión
De cara a desafíos económicos cada vez mayores, la GMAO resulta ser una solución indispensable. De hecho, un software especial ayuda a encuadrar los procesos de mantenimiento y aporta fiabilidad a las tareas.
El objetivo de la solución DIMO Maint es simplificar el trabajo diario de los empleados. Para ello, nuestra solución ofrece funciones claras, una gestión completa de todos los tipos de mantenimiento y cuadros de mando capaces de ayudarle en la toma de decisiones. Una interfaz más sencilla y accesible representa un mantenimiento mejor organizado, y que cada organización puede adaptar a su propio perfil.
DIMO Maint lo acompañará en sus proyectos, ya sea que disponga de instalaciones limitadas o en varias sedes. A través de la automatización de sus procesos y la implementación del mantenimiento predictivo, dé un salto hacia el mantenimiento 4.0.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Qué tipo de mantenimiento es el más económico a largo plazo?
El mantenimiento preventivo suele ser el más económico a largo plazo, ya que previene averías y prolonga la vida útil de los equipos. Por ejemplo, el mantenimiento regular de las máquinas industriales puede prevenir averías costosas e imprevistas.
¿Cuándo se recomienda el mantenimiento paliativo?
El mantenimiento paliativo suele utilizarse cuando una reparación total no es económicamente viable o posible. Por ejemplo, un sistema informático obsoleto puede requerir un mantenimiento paliativo para mantener su funcionalidad hasta que sea sustituido.
¿Cómo elegir entre mantenimiento correctivo y preventivo?
La elección depende de los recursos disponibles, la naturaleza del equipo y el impacto de una posible avería. Por ejemplo, en un hospital, el mantenimiento preventivo periódico de los equipos médicos es esencial para evitar averías críticas.