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ToggleDefinición y función de una orden de trabajo para el éxito de las operaciones de mantenimiento.
Una orden de trabajo es un documento fundamental en la gestión del mantenimiento. Sirve como puente entre las solicitudes de servicio y la ejecución de las operaciones in situ. Este documento, frecuentemente subestimado, juega un rol preponderante en la organización y la documentación de las tareas de mantenimiento, ya sean preventivas, correctivas o de mejora.
Una orden de trabajo bien diseñada permite formalizar las solicitudes y las operaciones de mantenimiento ya que describe la naturaleza del problema, las medidas que se deben tomar, las piezas necesarias y las instrucciones específicas para cada intervención. La importancia de este documento reside en su capacidad para proporcionar un registro escrito de las operaciones. Es esencial no solamente para la gestión habitual, sino también para las auditorías futuras, los análisis de averías y la validación de prácticas de mantenimiento conformes a las reglas en vigor.
Además de su función operativa, la orden de trabajo sirve como base legal en caso de litigios o reclamaciones. Demuestra que las reparaciones se han realizado de acuerdo con las solicitudes iniciales y permite comprobar que las intervenciones se han efectuado correctamente y en el plazo previsto. Por eso es fundamental comprender que este documento, lejos de ser una simple formalidad administrativa, es una herramienta indispensable para asegurar la calidad y la trazabilidad de las intervenciones de mantenimiento.
La creación y el uso de una orden de trabajo reflejan el profesionalismo y el compromiso de una empresa con sus estándares de mantenimiento y de servicio al cliente. Su importancia es mayor en el ámbito industrial, en el que es necesario el mantenimiento regular y en el que las consecuencias de una avería pueden ser significativas, tanto en términos económicos como de seguridad.
Diferencia entre una orden de trabajo y una solicitud de intervención
Definición y utilidad de la solicitud de intervención
Una solicitud de intervención es una solicitud formal que se puede hacer por escrito o a través de un programa de GMAO (Gestión de Mantenimiento Asistido por Ordenador (o CMMS por sus siglas en inglés). Este programa recopila toda la información necesaria para que el servicio de mantenimiento pueda planificar e intervenir de forma eficaz. La solicitud es el primer paso del proceso de mantenimiento y sirve para señalar una necesidad de intervención en un equipo específico.
La orden de trabajo: una autorización formalizada
Una vez aprobada la solicitud de intervención, se genera una orden de trabajo. Ese documento oficial autoriza a los técnicos a realizar las tareas necesarias. Especifica el tipo de problema, los gastos estimados, el tiempo de reparación previsto y el técnico asignado. Es este documento el que inicia el proceso de gestión de la tarea de mantenimiento.
¿Qué elementos nunca deben faltar en una orden de trabajo?
Una orden de trabajo no es simplemente un documento operativo. Su calidad depende de elementos precisos que garantizan una ejecución fluida y una trazabilidad óptima en las intervenciones. Cada detalle contribuye a estructurar el proceso y a evitar imprecisiones que podrían conllevar retrasos o dificultar la comprensión.
- Identificador único
Cada orden de trabajo debe contener un número de identificación distintivo. El identificador permite un seguimiento preciso en los sistemas de gestión y evita las confusiones entre intervenciones similares, sobre todo en los entornos en los que estas son habituales.
- Información sobre el solicitante y el lugar
La identidad del solicitante y la ubicación de la instalación afectada son indispensables. Estos datos permiten al técnico localizar rápidamente la intervención y contactar si hace falta al responsable o al equipo de esas instalaciones para pedir aclaraciones.
- Fecha y hora
Mencionar la fecha y la hora es indispensable, no solo para organizar la agenda, sino para asegurar el seguimiento cronológico de las operaciones. Esto también permite evaluar la reactividad de los equipos en caso de una solicitud de intervención.
- Descripción detallada de la tarea
Una orden de trabajo debe especificar claramente la naturaleza del problema o la tarea que se debe realizar. Ya sea mantenimiento preventivo, correctivo o de mejora, esta descripción ayuda al técnico a prepararse de antemano y a anticiparse a las necesidades de material o herramientas.
- Recursos necesarios
¿Qué piezas de recambio, herramientas específicas o materiales se necesitan para esta operación? Estos datos permiten evitar las interrupciones causadas por falta de recursos en el lugar de intervención.
- Tiempo estimado de intervención
El tiempo estimado para realizar la tarea es un indicador clave para planificar eficazmente las operaciones y minimizar el impacto sobre otras actividades.
- Instrucciones específicas
Para algunas intervenciones complicadas o delicadas, es imperativo incluir instrucciones específicas, como qué medidas de seguridad tomar o qué pasos seguir.
- Observaciones o comentarios
Un apartado de observaciones o de particularidades relacionadas con la intervención (como un acceso difícil o restricciones horarias) aporta información útil que facilita la ejecución de la tarea.
- Firma de confirmación
Una vez completada la orden de trabajo, debe ser firmada por el técnico y, si es posible, por el responsable de las instalaciones. Esta etapa formaliza la reparación y garantiza una confirmación mutua de los datos registrados.
Todos estos elementos convierten a la orden de trabajo en una herramienta estructurada que favorece una ejecución sin contratiempos y una documentación detallada. Omitir alguno de estos aspectos, incluso menor, puede generar complicaciones económicas, tanto en términos de tiempo como de recursos.
¿Cómo redactar una orden de trabajo clara y eficaz?
Es indispensable redactar una orden de trabajo exacta y estructurada para garantizar la fluidez de las operaciones de mantenimiento y la satisfacción de los clientes. A continuación, te daremos algunos consejos para optimizar la claridad y la eficacia de tus órdenes de trabajo.
- Emplear un lenguaje simple y preciso
Evita la jerga demasiado técnica, ya que puede resultar confusa. Privilegia los términos claros y comprensibles para todos los participantes, incluidos los clientes. Una comunicación transparente facilita la comprensión y reduce los riesgos de errores.
- Estructurar el documento de forma lógica
Organiza la orden de trabajo por secciones diferenciadas, como los datos del cliente, la descripción de la operación, los recursos necesarios y las observaciones. Esta estructura permite una lectura rápida de las distintas partes del documento.
- Describir la intervención con detalle
Describe exactamente la naturaleza de la intervención, los pasos que hay que seguir, las herramientas y las precauciones que se deben tomar. Cuanto más detalladas sean las instrucciones, mejor preparado estará el técnico para ejecutar la tarea eficazmente.
- Integrar elementos visuales
Cuando sea necesario, añade esquemas, fotos o diagramas para ilustrar los puntos complejos. Los elementos visuales pueden aclarar las instrucciones y servir de referencia rápida.
- Asegurar la coherencia y la uniformidad
Utiliza modelos estandarizados para tus órdenes de trabajo para mantener la coherencia en la presentación y el contenido. Esta uniformidad facilita la formación de los técnicos y garantiza una calidad constante en la documentación.
- Aprovechar las herramientas de GMAO
Los programas de Gestión de Mantenimiento Asistida por Ordenador (GMAO) ofrecen funciones para crear, gestionar y archivar las órdenes de trabajo de manera eficaz. Permiten centralizar los datos, automatizar algunas tareas y facilitar el seguimiento de las intervenciones. Por ejemplo, soluciones como Bob! Desk proponen modelos preformateados y la integración de elementos multimedia para optimizar los partes de intervención.
- Formar a los técnicos en redacción
Asegúrate de que tus técnicos están formados en redacción de órdenes de trabajo claras y completas. Las formaciones regulares pueden mejorar la calidad de los documentos y, por consiguiente, la eficacia de las intervenciones.
Al aplicar estas prácticas, mejorarás la calidad de tus órdenes de trabajo, lo que se traducirá en una mejor organización de las operaciones de mantenimiento y en el incremento de la satisfacción de tus clientes.
¿Cómo se hace una orden de trabajo? Ejemplos reales de órdenes de trabajo
A continuación, te presentamos un ejemplo de cómo se vería una orden de trabajo real:
Orden de trabajo n.º 1967 – DIMO Maint Limonest
Fecha: 03/12/2024
Activo en mal estado: Caldera industrial de gas
Descripción de la avería: La caldera muestra signos de mal funcionamiento, con incapacidad para alcanzar las temperaturas deseadas. Un ruido inusual proveniente de la unidad también sugiere un posible problema con el ventilador interno.
Descripción de la intervención planificada:
- Inspección visual: Verifique la condición externa de la caldera, incluyendo el aislamiento y las conexiones eléctricas.
- Prueba operacional: Encienda la caldera para observar el proceso de calentamiento y escuchar ruidos anormales.
- Verificación del ventilador: Inspeccione el ventilador interno en busca de obstrucciones o daños en las aspas, lo que podría causar el ruido y afectar el rendimiento del calentamiento.
- Control de termocuplas: Pruebe las termocuplas para asegurarse de que funcionan correctamente y reemplácelas si es necesario para garantizar lecturas precisas de la temperatura.
- Limpieza general: Limpie el interior de la caldera, incluyendo el quemador y los conductos, para mejorar la eficiencia y el rendimiento.
Tiempo estimado necesario: 3 a 4 horas
Técnico asignado: John Dupont
Prioridad: Alta, debido al uso continuo de la caldera para procesos industriales.
Piezas necesarias: Kit de reemplazo de ventilador, juego de termocuplas, kit de limpieza para quemador.
Documentos asociados: Ninguno
Notas: Ninguna
¿Cuáles son las ventajas de digitalizar tus órdenes de trabajo?
La transformación digital de las órdenes de trabajo presenta beneficios significativos para los responsables de mantenimiento. Al adoptar soluciones digitales, las empresas pueden optimizar sus procesos, mejorar la satisfacción del cliente y reforzar su competitividad.
Los programas de Gestión de Mantenimiento Asistida por Ordenador (GMAO) revolucionan la manera de gestionar las solicitudes de intervención. Permiten un seguimiento en tiempo real, facilitan el registro de la información y ayudan a planificar las intervenciones más eficazmente, al mismo tiempo que mejoran la seguridad y reducen los gastos.
Incremento de la eficacia operativa
La digitalización permite una gestión optimizada de las tareas, reduciendo el tiempo y los recursos necesarios para cada intervención. Los técnicos pueden acceder directamente a la información necesaria a través de sus móviles, lo cual facilita la planificación y la ejecución de las operaciones. Además, la automatización de los procesos reduce el riesgo de errores humanos y mejora la precisión de los datos recogidos.
Trazabilidad y transparencia mejoradas
Las órdenes de trabajo digitales ofrecen una trazabilidad completa de las operaciones. Cada etapa, desde la solicitud inicial hasta el cierre de la intervención, queda registrada y es accesible en tiempo real. Esta transparencia facilita las auditorías y los análisis de rendimiento y garantiza la conformidad a las normativas en vigor.
Reducción de gastos y plazos
Al eliminar los procesos en papel, las empresas reducen los gastos asociados a impresión, almacenamiento y gestión de documentos físicos. Además, la rapidez de transmisión de la información digital permite disminuir los tiempos de intervención, aumentando la satisfacción del cliente y la productividad de los equipos.
Mejora de la comunicación y la colaboración
Las soluciones digitales mejoran la comunicación entre los equipos de mantenimiento, los clientes y las demás partes involucradas. La información se comparte en tiempo real, lo que facilita la coordinación de las intervenciones y reduce los riegos de malentendidos o de duplicados.
Aumento de la flexibilidad y la adaptabilidad
Las órdenes de trabajo digitales pueden modificarse, actualizarse o personalizarse fácilmente según las necesidades específicas de cada intervención. Esta flexibilidad permite a las empresas adaptarse rápidamente a los cambios y mejorar continuamente sus procesos de mantenimiento.
Para saber más acerca de cómo nuestra solución puede simplificar y optimizar la gestión de tus operaciones de mantenimiento, contáctanos hoy mismo.